martes, 27 de septiembre de 2016

DIVERSIDAD CULTURAL EN MÉXICO

México es un país de gran diversidad cultural. Al llegar los españoles había en el territorio del actual Estado aproximadamente 170 comunidades lingüísticas de las cuales 60 se mantienen hasta hoy. Con la conquista comenzó por un lado el exterminio de la llamada población indígena y por otro se fue dando con el correr de los siglos una superposición y mezcla de los grupos sociales indígena y colonial. Hoy se estima que el legado cultural de más del 60 % de la población proviene de este proceso transcultural.

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En el transcurso de los procesos migratorios que tienen lugar desde hace décadas se han ido transformando comarcas enteras, entre ellas la región del sur, particularmente afectada por el éxodo rural. La migración constante hacia la ciudad de México y las zonas fronterizas del norte, así como el número creciente de emigrantes que se dirigen a los Estados Unidos han llevado a un nuevo tipo de hibridación socio-cultural. Una gran parte de los mexicanos residentes en los Estados Unidos, especialmente los que se consideran "
chicanos", ha desarrollado una nueva idea de identidad(es) partiendo tanto del "American Way of Life" como de una más fuerte identificación con lo mexicano              


DEFENSA CULTURAL

Un manto de la Cultura Paracas, robado del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en 1993, fue ubicado en Texas, Estados Unidos, gracias al trabajo conjunto de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú y el Ministerio de Relaciones Exteriores, que se encargó de su repatriación.


1.- El Ministerio de Cultura ha recibido información y denuncias de pobladores sobre el riesgo de invasiones a sitios arqueológicos que se estarían gestando; asimismo invasiones que ya están en proceso, y obras no autorizadas que destruyen vestigios arqueológicos. Estos lugares son:
a) Sitios arqueológicos en riesgo de invasión:
Fortaleza de Campoy, en San Juan de Lurigancho.
b) Invasiones en progreso:

El evento que se realizó los días 17 y 18 de octubre  en el Auditorio del Instituto Público Pedagógico “Marcos Durand Martel” en Huánuco, tuvo como principal objetivo capacitar al personal de la fiscalía sobre la labor de protección del Patrimonio Cultural como tarea institucional y ciudadana. Asimismo trataron temas de sensibilización e identificación, así como información legal  y responsabilidades administrativas de los funcionarios públicos en la omisión de deberes que faciliten la comisión de delitos en contra del Patrimonio Cultural.

Las ponencias y mesas redondas en las que además se analiza el potencial del patrimonio cultural subacuático en materia de investigación científica, así como las oportunidades existentes en materia de educación y desarrollo sostenible, se prolongarán hasta mañana jueves 17 de octubre en la Sala Nasca del Ministerio de Cultura.





Diferencias culturales

Las diferencias culturales del comportamiento humano están basadas en los valores que cada grupo emplea en las relaciones sociales. Otros aspectos que conforman la variación cultural son las percepciones, actitudes, estereotipos, creencias, categorías, expectativas, recuerdos y opiniones. si bien aquellas personas que pertenecen a una misma cultura pueden comportarse de manera similar ya que poseen valores y lenguaje comunes, también existen diferencias dentro de una misma cultura debidas a los procesos históricos, la formación de las clases sociales y la ideología dominante.

Cada individuo tiene una socialización particular y las formas en que se comunica con otras personas adquieren características únicas, reconocibles por su lenguaje corporal y concepto del yo. Las diferencias culturales están en estrecha relación con las categorías sociales: roles sociales, estratificación, jerarquía, perspectivas socioeconómicas, iniciativas, sentimientos, obligaciones, culpas, responsabilidades, enfrentamientos y respuestas condicionadas.

Un tercer aspecto en el que se manifiestan las diferencias culturales del comportamiento social son las normas. Éstas son las maneras en que se definen y se da importancia a las relaciones sociales, las maneras de establecer y mantener estas relaciones, saludos, presentaciones, inicio de conversaciones, grado de expresividad, manifestación de emociones, franqueza, énfasis, grado de intimidad, el grado de interacción en la expresión de crítica o desagrado, la manera de formar opiniones, exageraciones, aprecio por la verdad, bromas, quejas y gratificaciones, despedidas y regalos.     

 Identidad cultural

Los elementos identitarios de los mexicanos son múltiples y abarcan un sinnúmero de valores tangibles e intangibles: costumbres, gastronomía, relaciones familiares, manifestaciones artísticas, para sólo mencionar unos cuantos aspectos. La antropóloga e investigadora Lourdes Arizpe destaca la fortaleza cultural de nuestro país y sus diversas transformaciones desde los orígenes hasta la actual globalización.

En gran número de países del mundo la cultura y la identidad de los mexicanos es reconocida por su originalidad. Se forjó esta originalidad en el crisol de las altas culturas mesoamericanas y en el diálogo con una gran diversidad de culturas del mundo. Lo que marca en especial la cultura de México es que, a lo largo del siglo XX, la mexicanidad, como voluntad colectiva nacional, forma parte de la combinatoria tanto del nacionalismo como del cosmopolitismo de diversas fuentes políticas. Se basa esta mexicanidad, tanto en la fuerza de compartir una historia que nos hiere, como en el deseo de comunicar e intercambiar diversidades, lo que explica la gran creatividad cultural de los mexicanos. Se ha comentado esta creatividad, tanto en México como entre los mexicanos que salen a vivir al extranjero. Lo expresa con acierto el poeta Michael Schmidt, mexicano galardonado con la Orden del Imperio Británico, al decir que “…esa pluralidad internalizada es nuestro privilegio porque, ahí donde estemos, también estaremos en otro lugar; al mismo tiempo, es, quizá, nuestro mal, porque nos es difícil habitar por completo el momento”.

Recordemos que México es el cuarto país del mundo en biodiversidad y, no por coincidencia, es también uno de los diez primeros en densidad cultural. Hasta hace diez años, era también uno de los diez principales en la producción de artesanías y en innovaciones museológicas y culturales.

Por su peculiar situación geográfica, México es una nación megacultural que recibió la llegada de una gran diversidad de culturas de todos los puntos cardinales: del este de Asia, del oeste de Europa y del suroeste de África, por no mencionar las expediciones míticas mediterráneas, atlánticas y de Polinesia. Se reconocen estas migraciones en la riqueza del legado paleontológico, arqueológico e histórico de México, en el número de lenguas y culturas originarias mesoamericanas. La riqueza siguió floreciendo con las creaciones culturales posteriores al encuentro con los europeos, que incluyen culturas mestizas que se desbordan en música, danza, artesanías, patrimonio cultural de todo tipo y que han nutrido un arte de fama mundial.

Hoy en día, sin embargo, el crecimiento exponencial de las telecomunicaciones, los audiovisuales e Internet, características de la nueva globalidad, están creando nuevas homogeneizaciones culturales y, al mismo tiempo, nuevas diversidades. Como reacción ha surgido con gran fuerza una voluntad de recrear la identidad y en México, como en otros países, se hace evidente una gran efervescencia en la creación de nuevos códigos identitarios, sobre todo entre los jóvenes, digamos, con el rock en náhuatl y la renovación del huapango en el ir y venir de Veracruz a Los Ángeles. Vale mencionar también, en el arte postobjetual, el performance y el videoarte.

El multiculturalismo

A diferencia del indigenismo la visión del multiculturalismo no surge como una defensa de “lo indígena”, sino lo reconoce como un elemento más de la complejidad cultural que existe en los Estados Nacionales modernos.

En occidente, y principalmente en el mundo anglosajón, nace a partir de la apertura de mercados mundiales y el establecimiento de relaciones comerciales y culturales por encima de las naciones. Es así que adquiere un carácter liberal y se puede definir de la siguiente forma:

[…] un movimiento cultural, social y político que busca respetar la multiplicidad de perspectivas fuera de las tradiciones dominantes. Se asienta en la creciente aceleración de las relaciones entre las culturas, pretendiendo respetar cada una de sus diferencias pero sin privilegiar ninguna.[14]

Sus principales teóricos son el filósofo canadiense Will Kymlicka y el filósofo del Derecho Ernesto Garzón Valdés. El multiculturalismo liberal se sostiene en las siguientes premisas:

- La supremacía de la persona como agente moral es decir, los derechos del individuo por encima de los de la comunidad.

- El respeto a las culturas en cuanto apelen a valores racionales.

- Rechaza el relativismo cultural como fuente de derechos y deberes.

Dentro de esta corriente, se propone la existencia de un proceso  que garantice a los miembros de todas las culturas insertas dentro del marco del Estado Nación, la satisfacción de sus derechos fundamentales, los cuales son un “coto vedado”, es decir, no están sujetos a negociación.

De igual manera, el multiculturalismo liberal sostiene que esta homogenización en derechos fundamentales y universales (algunos ya establecidos en la declaración universal de los derechos humanos), debe ser aceptada como válida y racional por cualquier ser humano, independientemente de su contexto cultural, afirmando  que hay una noción común de racionalidad en todos los individuos y que por lo tanto  se deben tomar criterios absolutos en las cuestiones éticas y sociales.

Estos derechos individuales básicos deben encontrarse por arriba de los usos y costumbres de las culturas en cualquier circunstancia. Como menciona María Eugenia Rodríguez:

Existen ciertas ‘prácticas’ que en nombre de la diversidad cultural son objetivamente crueles o inhumanas. Por otra parte  […] debe existir algún tipo de criterio  o principio de ámbito universal que desde un punto de vista meramente pragmático, ordene las relaciones humanas en un mundo en el que se ponen en contacto de manera cotidiana las más diferentes culturas.[15]

Asimismo, en el multiculturalismo liberal es justificado el intervencionismo siempre y cuando se fundamente bajo argumentos éticos y en pro de la democracia.

En resumen, puede observarse entonces que el multiculturalismo, entendido así, se considera una propuesta de orientación liberal para una política cultural que se lleve a cabo en aras de la integración de los individuos de diversas culturas a los Estados Nación con igualdad de oportunidades. El carácter “multicultural” está asociado no únicamente a los pueblos indígenas u originarios de cada nación sino al carácter cosmopolita de las ciudades modernas.